Últimamente vemos por todos lados muchos métodos para bajar de peso, desde ir al gimnasio, consumir suplementos alimenticios, hacer dietas, ir al nutriólogo, y demás cosas que nos recomiendan para lograr nuestro peso ideal. Pero muy pocas veces nos ponemos a pensar cuánto nos va a costar bajar de peso, porque estamos tan emocionados por lograr nuestra meta de vernos espectaculares que caemos en esa trampa del consumo y el gasto desmedido.
Imaginemos que has decidido llegar a tu peso ideal y empiezas a ir con un nutriólogo para que te ayude, esto implica al menos $500 pesos por consulta al mes; además sales del consultorio con la dieta recomendada y llegas al supermercado para surtir su lista, si nunca has hecho esto créeme que no sabes lo que es gastar en el supermercado por comida sana, ya que entre todas las frutas, verduras y proteínas puedes gastar alrededor de $500 pesos por semana; además recordemos que de nada sirve una buena dieta sin ejercicio por lo que seguramente tendrás que inscribirte al gimnasio donde pagaras una inscripción entre los $1,000 y $1,300 pesos además de tu mensualidad, dependiendo de qué gimnasio elijas gastaras entre $800 y $1,200 mensuales.
Ya sabemos que bajar de peso no es fácil y mucho menos barato, así que no siempre es culpa de tu fuerza de voluntad, también influye mucho tu nivel de ingreso y capacidad de gasto, es por eso que muchos no llegan a su meta.
Si decides ahorrarte todo este drama de pasar hambre y cansancio; e ir a lo seguro, las cirugías que te pueden ayudar tampoco son baratas, ya que por el hecho de engraparte el estómago para hacerlo más pequeño te cuesta alrededor de $60,000 pesos, pero si no mantienes buenos hábitos alimenticios volverás a ganar el peso que podrías haber perdido.
Bajar de peso depende de muchos factores así que busca alternativas que te ayuden a lograr tu objetivo, por ejemplo:
No te dejes llevar por las modas, seguramente en tu colonia hay un pequeño gimnasio donde puedas ejercitarte a un menor costo, claro siempre asegúrate de que los instructores sean calificados, muchos de ellos están emprendiendo su propio negocio, así que dales una oportunidad e incluso podrás disminuir hasta un 50% de lo que costaría un gimnasio de renombre.
Aprende a comprar frutas y verduras en el mercado o tianguis de tu colonia, los productos siempre son más frescos y ahorraras hasta el 20% de tu gasto en el supermercado. Si por tiempo o ubicación no puedes encontrar uno, entonces ve al supermercado los días de rebajas en esos departamentos, como el martes de frescura en Wal-Mart, los miércoles de mercado de La Comer o los Martes, miércoles y jueves de mercado de Soriana, entre otros.
Si ir al gimnasio y al nutriólogo es demasiado para tu presupuesto, una de las mejores formas de bajar de peso es acostumbrarnos a comer bien. Mañana, vierte tu tazón de cereal habitual sin medición, no agregues leche. Ahora, revisa la etiqueta de nutrición para conocer el tamaño de la porción y mide la cantidad con una taza de medir. Vierte esta parte en otro tazón. Compara las dos porciones. Te sorprenderá ver cuanto más grande es la porción que estás acostumbrada a comer. Y aquí hay un bono para el presupuesto, al utilizar porciones más pequeñas, todo lo que compres te va a durar más tiempo. Esa caja de cereal que te duraba 4 días, ahora va a durar una semana entera. Por lo tanto, el control de porciones puede ahorrarte una buena cantidad de dinero en efectivo a largo plazo.